Según Alan Hamel, de 87 años, quien estuvo casado con Suzanne Somers durante casi 50 años, tres eventos extraños ocurrieron el mismo día en la casa de Palm Springs, donde la actriz pasó sus últimos momentos.
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El primero fue la visita inesperada de un colibrí, que entró en la casa y circuló por la cocina, la sala de estar y el comedor. Sorprendentemente, el pájaro se detuvo y se quedó suspendido frente a una fotografía enmarcada de la pareja, llegando incluso a posarse sobre ella. Hamel, emocionado, logró capturar una foto de ese momento.
El segundo evento fue aún más inusual: la chimenea de la casa se encendió espontáneamente, sin intervención humana. Y, como si eso no fuera suficiente, comenzó a sonar una canción del compositor favorito de Suzanne Somers, evocando recuerdos de la actriz. Hamel observó que el compositor de la música es relativamente desconocido, lo que hace el suceso aún más misterioso.
El viudo también reveló que, al acostarse, siente con frecuencia la presencia de Somers a su lado, como si ella aún estuviera allí, compartiendo esos momentos con él.
Suzanne Somers falleció en octubre, un día antes de su 77 cumpleaños, mientras sostenía la mano de su amado esposo. La pareja, conocida por su intensa vida amorosa, pasó 55 años juntos, raramente separándose por más de una hora, según el representante de Somers en Page Six.
Con información de Page Six